Siempre he tenido una atracción especial por el color marrón. Mi favorito es el tono intermedio, porque es muy favorecedor, y les contaré porqué.
Es cierto que no a todos sienta bien el color marrón. Vemos un modelo que está muy bien en el escaparate, pero cuando te lo pruebas no termina de convencer. Todo se debe a la cantidad de los colores básicos que la componen (rojo, azul y amarillo), más blanco, y el tono de la piel.
Mi recomendación es usarlo cuando la piel está bronceada o al final de la temporada de verano. Con una prenda marrón cerca de la cara la piel se ilumina y prolonga esa imagen dorada. También lo podemos combinar en contraste con rosa, turquesa o amarillo.
Es perfecto para vestirse en el entretiempo porque hace más amigable la entrada al invierno. Algunas opciones son el tono café, té, canela, caramelo o chocolate, además de que el color evoca a momentos de tranquilidad y calma.
En este post, para una tarde de café, paseo de ciudad y de rayos sol me decanté por un vestido fluido de esta temporada, satinado y muy ligero, combinado con unos zapatos de cuña de yute elaborado en tejido crochet, a juego con accesorios en color crema y rose gold.
Apuesta incluir este color en tu look.
¡Hasta la próxima!
Look: Vestido, Oysho; sandalias, Uterque; pendientes, Parfois; Collar, Sfera.