El vestirse bajo la ropa que llevas es solo para ti. Debo confesar que para sentirse lo máximo por fuera hay que vestirse espectacular por dentro, es una práctica que disfruto y que voy a compartir cómo lograrlo.
Así, como la vestimenta externa comunica lo que somos, la ropa interior también, y de eso va este post. Desterramos la idea de que la ropa interior para ser práctica deber ser aburrida para nuestro día a día. Sí, cómoda debe ser, como una aliada que nos inspire para hacernos sentir más seguras, cómodas, y por qué no, empoderadas. No digo que lo sea todo, pero cómo ayuda.
Lo primero que hay que tomar en cuenta antes de enamorarnos de todos los modelos es calcular la talla de sujetador (atención al pecho y espalda). Tanto los sujetadores como las piezas inferiores deben ser las más adecuadas para nuestra morfología, ya que podemos arruinar un estilismo si no los elegimos bien. En todo caso buscaremos realzarlo. Por ejemplo, con un sujetador push up que no habrá camisa que se resista.
El estilo personal y la ocasión nos orienta en nuestra elección. Sea lo que elijas debe ser lo que más te haga sentir feliz. Para mi incluso un conjunto de dibujos cute juguetón también es sexy. Para mis días de estado romántico siempre elijo un conjunto de colores pasteles, florecitas y con detalles de volantes. ¡Voy como una princesa!
Para esos días en que me siento imparable o para reactivar energías elijo un conjunto de lencería intencionalmente glamoroso y sexy ¿porque no? nadie sabe lo que llevas puesto y eso es el poder. También en casa (calefacción a tope si es invierno) nada como lucir unos conjuntos de lo más chic con encajes o sedas. Por ejemplo, este seductor kimono de Hunkemöller, que amo su arte por los detalles y en un espectacular rojo ultrapower que les muestro en estas fotos.
Hay que aprovechar la tendencia del estilo lencero ahora hace buen tiempo y probar nuevas propuestas, sino nos hemos atrevido, por ejemplo: un body lencero, bralettes con americana o una camisa semitrasparente.
Así que no hay duda a disfrutar que lo que nos vestimos por dentro nos hace deslumbrar por fuera.
¡Nos atrevemos, claro que sí!
